Con dolor crónico se define un dolor que permanece después del tiempo normalmente necesario para un tejido para curarse, y puede conllevar a ansiedad, depresión, problemas del sueño, mala calidad de vida y aumento de los gastos de la seguridad social.

Por muchos años el tratamiento por el dolor crónico ha ido incluyendo recomendaciones de descanso e inactividad. Sin embargo, se ha demostrado que el ejercicio físico puede reducir la severidad del dolor crónico y generar beneficios asociados con una mejora de la salud física y mental, mejorando así la calidad de vida y la funcionalidad de una persona.