El músculo supraespinoso participa en la abducción del brazo. La bursa subacromial reduce la fricción entre el tendón y el acromion, pero el desgaste o sobreuso pueden causar tendinitis, frecuentemente asociada a bursitis. En casos avanzados, pueden aparecer roturas parciales o completas del tendón. El síndrome de pinzamiento subacromial suele afectar también a otras estructuras del hombro.
Síntomas
- Dolor en la parte anteromedial del hombro, que puede irradiar al cuello, la parte superior de la espalda y hasta el codo.
- Dolor al separar el brazo del cuerpo lateralmente.
- Dolor y limitación al elevar el brazo por encima de la cabeza, especialmente con resistencia.
- Limitación funcional y pérdida de fuerza en actividades cotidianas.
- Dolor al apoyarse sobre el hombro afectado (por ejemplo, al dormir de ese lado).
- Dolor nocturno.
Causas
- Factores extrínsecos: pinzamiento primario (aumento de carga subacromial) o secundario (sobrecarga y desequilibrio muscular del manguito rotador).
- Factores intrínsecos: degeneración tendinosa.
- Deportistas: movimientos repetitivos por encima de la cabeza suelen combinar ambos factores.
La tendinitis del supraespinoso también se conoce como síndrome del arco doloroso. El dolor aparece al separar el brazo entre 60º y 120º, debido al roce del tendón con el acromion. Otras causas de dolor en ese arco pueden ser la artritis acromioclavicular, aunque suele doler más al final del movimiento, con el brazo casi vertical.
Fisioterapia avanzada y técnicas invasivas
- Electrólisis percutánea: regenera tejido tendinoso mediante corriente galvánica.
- Ondas de choque focales: estimulan la cicatrización en tendinopatías crónicas.
- Terapia manual: movilizaciones articulares y liberación de tejidos blandos.
Ejercicios terapéuticos
- Fortalecimiento excéntrico: fundamental para tendones degenerados.
- Readaptación biomecánica: corrige patrones de movimiento lesivos.
Tratamientos complementarios
- Infiltraciones ecoguiadas: corticoides (casos graves) o plasma rico en plaquetas (PRP).
- Neuro-modulación percutánea: alivia el dolor mediante estimulación nerviosa local.
Prevención y educación del paciente
- Modificación de actividades: evitar gestos repetitivos de elevación.
- Ejercicios preventivos: fortalecimiento del manguito rotador y estabilizadores escapulares; estiramientos de la cápsula posterior del hombro.
- Ergonomía: ajustar alturas de trabajo y usar herramientas adaptadas.
Pronóstico y enfoque multimodal
La recuperación requiere un enfoque multimodal, priorizando la reducción de la carga mecánica y la regeneración tendinosa. La intervención temprana mejora significativamente el pronóstico, con una tasa de éxito del 70-90% en tratamientos conservadores. En casos crónicos, la combinación de fisioterapia avanzada y readaptación funcional permite retomar actividades deportivas y laborales con menor riesgo de recaídas.
La educación del paciente es esencial: se recomienda evitar actividades que provoquen dolor, aprender sobre la patología y biomecánica del hombro, y aplicar técnicas adecuadas de calentamiento y potenciación muscular. Un programa de ejercicios domiciliarios ayuda a prevenir la recurrencia de los síntomas.