En la readaptación de las lesiones tendinosas, el control de la carga que realizamos sobre el tendón es una de las claves, llamamos carga a toda tracción ejercida sobre la estructura tendinosa, la magnitud de ésta dependerá de la velocidad de ejecución del ejercicio, resistencia aplicada (peso), amplitud de cada repetición (ROM utilizado) y del número de series y repeticiones realizadas.

En cada momento del proceso debemos aplicar la carga óptima, llamamos carga óptima a aquella que, a medida que la aplicamos, produce adaptaciones tisulares y con ello mejora la estructura y función del tendón. Para que sea óptima debe cumplir las siguientes características:

-Respeta el umbral de resistencia de tendón (próximo a éste para crear adaptaciones, pero sin sobrepasarlo).

-Respeta el tiempo de descanso entre estímulos de carga (36h-48h siempre que hablemos de carga próxima al umbral) para no perpetuar el catabolismo.

-No influenciada por factores que hacen que el tendón tolere más carga que la programada (dismetrías, gestos deportivos defectuosos, desadaptaciones del apoyo…).

-Tras la aplicación de la carga, el tejido miofascial es normalizado (tratamos el posible exceso de tensión).