La escoliosis es una alteración de las curvas fisiológicas de la columna vertebral que puede afectar considerablemente a la calidad de vida del paciente. Se trata de un problema de salud creciente en nuestra población, que afecta tanto a niños como adultos, y supone una gran cantidad de costes sanitarios.
La figura de un paciente escoliótico es muy característica. A menudo, se observa una posición asimétrica de la cabeza causada por las curvaturas de la columna cervical. Los hombros pueden estar retraídos por una acortamiento de la línea cuello/nuca, también es típico encontrar un hombro más elevado y anteriorizado. Respecto a los omóplatos, es frecuente la escápula alada o la posición de bamboleo, debido a la desviación lateral. Los músculos espinales los vamos a encontrar con una fuerte retracción. En posición erguida la cintura escapular y la pelvis pueden contraponerse una a la otra, bien hacia delante o hacia atrás. Debido a la curvatura de la columna, la pelvis realiza una compensación, inclinándose o rotando hacia el lado contrario de la curva lumbar. Los triángulos del talle suelen ser asimétricos siendo claramente visible en uno de los lados.
Las curvas en el adulto difieren de las de los niños o adolescentes, principalmente en que son más rígidas, se asocian a dolor y síntomas neurológicos y en la mayoría de los casos suele coexistir con proceso degenerativo discal.
Para poder aplicar un tratamiento de fisioterapia adecuado, se debe tener en cuenta la historia y evolución natural que presenta la escoliosis del paciente, por lo que se debe realizar la valoración fisioterapéutica. Una valoración completa consta de una anamnesis con los datos, la historia clínica, la exploración física y la evaluación de la capacidad funcional del paciente.
Todos los métodos de tratamiento de fisioterapia específicos para la escoliosis deben influir en el ángulo de curvatura, mejoría de los parámetros cardiorrespiratorios, reducción o supresión del dolor y mejora en la estética y la calidad de vida. Se basan en tres principios: facilitar la adecuada percepción postural al potenciar los músculos que mantengan la corrección, flexibilizar los segmentos cóncavos (con trabajo isotónico concéntrico) y estirar los músculos acortados (trabajo isotónico excéntrico)